5 diferencias entre el inglés americano y el británico
Puede que hablemos el mismo idioma, pero se nota mucha diferencia entre un hablante de Estados Unidos y otro del Reino Unido. Todos conocemos las palabras en inglés americano y británico y lo mucho que se diferencian el uno del otro.
O se pone una z en todo o se pronuncian de manera completamente distinta palabras que se escriben igual, hay un océano de diferencias lingüísticas (además de un océano real) entre los dos países más importantes del mundo de habla inglesa.
Pero, ¡no te preocupes! Si estás estudiando inglés en Londres y te preguntas por qué tu acento es diferente al del amigo que tienes estudiando en Nueva York, esto es lo que necesitas saber.
1. El inglés estadounidense es más antiguo
Esto es algo que no deberías decir a ningún británico, porque fue su país el que dio origen a los Estados Unidos de América que conocemos hoy en día, pero es un hecho. Cuando los primeros colonos zarparon rumbo a América desde Inglaterra, se llevaron con ellos el idioma hablado en esa época, que usaba algo llamado «acento rótico» (cuando se pronuncia el sonido de la r de una palabra).
Mientras tanto, en las ciudades ricas del sur del Reino Unido, la gente de las nuevas clases altas quería distinguirse del resto, así que empezaron a cambiar su acento rótico por un acento que suavizaba más el sonido de la r, pronunciando, por ejemplo, winter como «win-tuh» en vez de «win-terr». Naturalmente, estas personas eran refinadas y todo el mundo quería imitarlas, así que esta nueva forma de pronunciar –a la que los británicos empezaron a llamar «pronunciación recibida»– se expandió por el resto del sur de Inglaterra.
Esto también explica por qué muchos lugares de otras zonas de Inglaterra conservan todavía la pronunciación rótica en sus acentos regionales. En general, si hablas el inglés de Londres, suenas más elegante. Genial.
2. El inglés británico se parece más al francés
El francés ha influido en el inglés mucho más de lo que los hablantes ingleses queremos admitir. La primera vez fue cuando Guillermo el Conquistador invadió Inglaterra en el siglo XI (más información sobre la historia del inglés, aquí), llevando consigo el francés normando e imponiéndolo como lengua culta; hablado en escuelas, tribunales, universidades y entre las clases altas.
No duró mucho, aunque sí evolucionó hasta convertirse en el Inglés Medio, que era un revoltijo de todas las influencias lingüísticas de la época. La segunda vez fue durante la década de 1700, cuando en el Reino Unido se puso muy de moda el idioma francés.
Por supuesto, los estadounidenses ya estaban viviendo sus vidas al otro lado del Atlántico y no adoptaron en absoluto esta moda. Por ello, el inglés británico es más similar lingüísticamente al francés que el inglés estadounidense, y también explica nuestra obsesión por los cruasanes. O a lo mejor solo soy yo.
3. La ortografía estadounidense se creó como una forma de protesta
Los diccionarios estadounidenses y británicos son muy diferentes, porque fueron elaborados por autores muy distintos con perspectivas muy distintas sobre el idioma: el diccionario del Reino Unido fue elaborado por académicos de Londres (por alguna razón, no de Oxford) que querían recopilar todas las palabras inglesas conocidas, mientras que el estadounidense fue elaborado por un lexicógrafo llamado Noah Webster.
Webster quería que la ortografía fuera más sencilla, y también diferente de la ortografía del Reino Unido, como una forma de demostrar la independencia de Estados Unidos con respecto al antiguo dominio británico. Quitó la letra u de palabras como colour y honour, que se habían desarrollado a partir de la influencia francesa en Inglaterra, cambiándolas por color y honor.
También hizo que las palabras que acababan en -ise acabaran en -ize, porque pensaba que la ortografía estadounidense debía reflejar el modo en que se pronunciaban las palabras. Además, es mucho mejor escribir la letra z, no hay más que decir.
4. Al inglés estadounidense le gusta deshacerse de palabras
A veces hay diferencias en el inglés estadounidense que no tienen sentido para los hablantes del inglés británico, como cuando eliminan los verbos de una frase por completo.
Cuando un estadounidense habla de escribir una carta a alguien, dice: «I’ll write them». Si preguntas a un estadounidense si quiere ir de compras, puede que te conteste: «I could». En el Reino Unido estas respuestas suenan muy raras, porque nosotros diríamos «I’ll write to you» y «I could go».
Puede ser que los estadounidenses eliminen el verbo porque quieren decir las cosas más rápido, o puede que a los británicos les guste concretar con exactitud lo que están diciendo. Ninguna de las dos opciones es incorrecta, pero si tenemos que declarar un ganador, sería el inglés británico, porque, sinceramente, el inglés estadounidense no tiene ningún sentido. Y no es que esté siendo parcial.
5. Los dos tipos de inglés han tomado palabras de otros idiomas
Está claro que el inglés británico y el estadounidense han evolucionado de forma diferente si se consideran las influencias culturales en cada uno de ellos y las palabras que han tomado prestadas de esos idiomas.
Por alguna razón, esto es muy habitual en las palabras que se refieren a alimentos: por ejemplo, coriander (inglés británico, de origen francés) y cilantro (estadounidense, de origen español), y aubergine (berenjena) (inglés británico, de origen árabe) y eggplant (estadounidense, llamada así porque se parece a un huevo morado). Hay muchos más ejemplos, pero lo importante es recordar que hay que hablar de la forma correcta en el país en el que estés estudiando.
Después de todo, será mejor que no le pidas a un británico aluminun foil (papel de aluminio) pronunciándolo aloo-minnum. Mejor no nos metamos en eso.