Airbnb vs Hotel ¿Dónde alojarte cuando viajas?
El avión aterriza después de un largo vuelo. Estiras las piernas, te frotas los ojos y echas un vistazo a través de la ventanilla para ver los alrededores. Caminas lentamente por el aeropuerto sintiéndote como si hubieras pasado la noche en la cajuela de un coche pequeño. Hay mucha fila en los controles de aduanas, pero finalmente recoges tu equipaje de la banda y te diriges a la calle. Haces señas al taxi más cercano, te vas a tu casa lejos de tu hogar. Pero el lugar al que te lleve el taxista depende de dónde hayas decidido reservar tu estancia.
Los alumnos que estudian en el extranjero tienen la opción de vivir con una familia generosa o en una residencia de estudiantes. Otros viajeros pueden elegir quedarse con algún amigo o con algún anfitrión de Airbnb. Y, por supuesto, siempre existe la posibilidad de hospedarse en un hotel, motel u hostal. Tu elección depende de cómo quieras que sea tu estancia, esta guía te ayudará a decidir qué opción es la adecuada para ti.
OPTA POR LO LOCAL
Si eliges quedarte con alguien del lugar, el taxi te llevará a un barrio residencial. Entre los edificios verás tiendas, cibercafés, lavanderías y vendedores de periódicos. Excepto por algunas señales que no comprenderás, lo demás te resultará bastante familiar. El taxi disminuye la velocidad y se para. Sales del coche y compruebas dos veces la dirección, estás seguro de que estás en el lugar correcto. Llamas al timbre en la entrada y esperas que alguien agradable abra la puerta. Un momento después, ahí tienes a tu sonriente anfitrión.
Si eres un estudiante en el extranjero, podría ser una mujer de mediana edad que lleve puesto un vestido, un delantal y calcetines con sandalias. Si eres un viajero que se va a quedar con un amigo o con un anfitrión de Airbnb, podría ser un joven fotógrafo freelance con pantalones de mezclilla desgastados, una camisa de cuadros y unos grandes lentes.
Alojarte con alguien del lugar te da la oportunidad de tener un intercambio cultural auténtico. Ves cómo es la vida real en un país distinto del tuyo. Por supuesto que está algo fuera de tu zona de confort, pero eso es lo que hace que sea una aventura. Además, consigues un montón de consejos de primera mano que harán que tu estancia sea más genuina.
Aparte de ayudarte a recorrer la ciudad, los anfitriones locales pueden contarte cómo evitar las trampas para turistas, dónde encontrar la comida más auténtica y cuánto pagar por los souvenirs. Si quieres practicar las frases coloquiales, tus anfitriones te harán hablarlas. Es posible que tengas que llevar un diccionario a cada comida, pero antes de que te des cuenta, podrás hablar sobre muchas más cosas que del clima.
POR TU CUENTA
Si vivir en la casa de otra persona te parece demasiado íntimo para tu gusto, puedes optar por hospedarte en una residencia de estudiantes, un hotel, hostal o un alquiler vacacional, según la finalidad de tu viaje. En este escenario, el conductor del taxi te llevará a una zona más comercial de la ciudad. Veras edificios altos, letreros de neón y gente que camina apresuradamente por la calle. El taxi llega a un gran edificio. Pasas por unas puertas de cristal y el ruido de la ciudad se desvanece.
Si has reservado una habitación de hotel, eres recibido por un amable recepcionista que lleva un elegante traje gris y una placa con su nombre. Si has hecho la reserva en una residencia de estudiantes u hostal, el despreocupado recepcionista llevará probablemente una camiseta con un dibujo, jeans negros y botas de cuero. Mientras haces el registro de entrada, te pregunta si quieres saber algo relacionado con tu estancia. De hecho, sí. Necesitas la dirección de la parada de metro y que te recomiende algún restaurante cercano. El recepcionista saca un plano y te señala cómo llegar a los dos sitios, un poco más calle abajo y ya estás ahí.
De aquí en adelante, descubres la ciudad por su cuenta. Desde tu céntrica ubicación, tienes fácil acceso a los lugares de interés, zonas famosas de compras y una variada oferta de entretenimiento. También tienes la flexibilidad de poder salir y volver cuando te apetezca. Si te topas con una fabulosa inauguración de arte o entradas de última hora para el partido de fútbol local, puedes aprovechar la oportunidad sin que nadie esté preguntándose dónde estás.
EL HOGAR ESTÁ EN TODAS PARTES
Independientemente de que te alojes con alguien del lugar, o de que descubras la ciudad por tu cuenta, tu viaje estará repleto de momentos de diversión. Quedarte con anfitriones locales hará que conozcas el resplandor de tu destino, mientras que ir por tu cuenta te dará más libertad, flexibilidad y espontaneidad. Afortunadamente, hay opciones para todos los gustos, así que solo tienes que hacer el equipaje y ponerte en marcha.