Cómo sentirse en casa en el extranjero: 10 consejos
Para sacar el máximo provecho de tu tiempo estudiando, haciendo prácticas o trabajando en el extranjero, no solo tienes que aprender el idioma y hacer lo que hacen los locales, también es recomendable que vivas en un sitio en el que te sientas como en casa. Tu habitación debería decir, «¡Miren todos! La persona que vive aquí se siente cómoda, y la decoración lo demuestra». Y no te preocupes, aunque el diseño de interiores no sea lo tuyo, puedes crear igual un ambiente acogedor con unos pocos (y baratos) trucos.
1. Haz sitio
¿La primera regla para convertir tu residencia temporal en un verdadero hogar? Haz que sea un lugar en el que de verdad te apetezca pasar tiempo. Si siempre tienes que salir para estudiar o relajarte, nunca te sentirás como en casa en tu habitación o apartamento. Los estudiantes pueden reorganizar los muebles para hacer una zona de estudio, y los ratones de biblioteca deberían juntar unos cuantos cojines para hacer un acogedor rincón de lectura. Si te gusta hacer yoga o flexiones, ya sabes.
2. Decora
Una vivienda no es un hogar porque las cortinas hagan juego con esas sábanas que quedan tan bien con las velas y se complementan con el popurrí perfumado. Lo importante son las cosas que tienen valor sentimental y muestran tu personalidad o pasión. Normalmente, menos es más. Un solo adorno bonito, o una imagen, puede quedar bien, algo que también inspire temas de conversación cuando invites a gente a casa (ver el consejo número nueve). Además, siempre puedes llevártelo contigo como el recuerdo perfecto. Si necesitas inspiración, echa un vistazo en Pinterest o visita la casa de otros estudiantes o colegas.
**3. Cuelga fotos
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A veces no estás en un lugar el tiempo suficiente como para canalizar tu diseñador interior, o simplemente no puedes decorar como te gustaría si, por ejemplo, te alojas en un Airbnb o en un hotel. Pero, incluso en ese caso, si pones algunas fotos de tus amigos o familia le darás un toque especial.
**4. Cultiva tu mano con las plantas
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¿Una señal inequívoca de que una vivienda es un hogar? Una planta. Puedes incluso poner nombre a tu nuevo amigo verde y hacerlo tu compañero de estudio. Si te preocupa tener que estar pendiente de regar, pon unas flores frescas o una planta de plástico que solo tengas que limpiar de vez en cuando.
**5. Esconde las maletas
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Algo que caracteriza a los viajes es la presencia del equipaje. Tener las cosas en la maleta te recordará, un par de veces al día, que estás de viaje. Por lo tanto, lo mejor para sentirse como en casa es sacar la ropa y quitar las maletas de la vista.
**6. Mantén el orden
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Dependiendo de tu nivel innato de pulcritud, puede que esto no te guste demasiado: ten tu segundo hogar limpio y ordenado. Volver a un apartamento más o menos impecable después de pasar el día fuera, con la cama hecha, es como disfrutar lo bueno de alojarse en un hotel.
**7. Escucha música
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La música es una de las cosas que da más sensación de hogar: da igual que sea con auriculares o altavoces, escuchar tu lista favorita de canciones (a un volumen que no moleste a tu compañero de piso ni a tus vecinos) hace que todo sea mejor, estés en la parte del mundo que estés.
**8. Huele el aroma
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¿Qué tal si te propones como misión personalizar tu habitación para todos los sentidos y compras velas de aromas o ambientadores? Claro que tienes que consultar antes a tus compañeros de piso, pero un olor familiar puede hacer maravillas cuando se trata de sentirse como en casa.
**9. Presume de todo ello
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Para tener una vida social cuando estás lejos de casa, es muy importante reunirse con los nuevos amigos, invitándolos a tu casa, por ejemplo. Después de todo, llevas un montón de tiempo arreglando tu residencia, es el momento de exhibirla. Y hablando de presentársela al mundo: no te olvides de hacer algunas fotos, grabar un vídeo o enseñársela a tus amigos o familiares durante un videochat. (Además, ese tipo de eventos son siempre buena ocasión para limpiar tu habitación y dejarlo todo con el aspecto que tendría en un anuncio de una inmobiliaria).
**10. Sal y explora
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Ahora es el momento de llevar la «hogarificación» al siguiente nivel. Explora tu barrio y encuentra algún lugar que pueda ser tu lugar feliz (temporal), como una cafetería, un gimnasio, un cine, un restaurante o un parque. De esa manera, siempre tendrás alguna alternativa cuando necesites cambiar de ambiente o sientas nostalgia de casa.