Cosas raras que hacen los londinenses (desde la perspectiva de una italiana)
Seguro que a los británicos o a los londinenses les parecerían raras muchas de las cosas que hacemos en Italia. Pero a lo largo de las últimas cuatro semanas que he pasado en Londres como EF Global Intern, he observado tantas cosas raras que tenía que compartirlas con el mundo. Espero que les parezcan tan interesantes (y entrañables) como yo.
La gente hace gestos con la mano al autobús para que pare
Mi primer día de trabajo, estaba esperando al autobús en una parada cercana a la estación de Angel. El autobús llegó después de unos minutos, pasó a mi lado, y siguió adelante sin pararse. Prácticamente pasó volando. Esto me confundió bastante, así que pregunté a la gente que estaba allí por qué no se había detenido el autobús. Una mujer me dijo que si quieres subirte al autobús, tienes que hacerle gestos con la mano para que se pare. Eso era algo totalmente nuevo para mí. En Italia, cuando estás en la parada de autobús, el autobús se detiene porque estás esperando en el lugar correcto, y no hace falta echarse un baile ni hacer ningún movimiento en absoluto.
Todo el mundo sale a correr a las ocho de la mañana
Me sorprendió la cantidad de londinenses que van corriendo al trabajo temprano en la mañana. Al parecer, muchos de ellos aprovechan eficientemente las primeras horas de la mañana para ir corriendo o en bicicleta de un punto a otro, con ropa deportiva moderna y mochilas gigantescas. Es una decisión inteligente, ya que combina dos de las obligaciones que tenemos la mayoría de nosotros, aunque da un poco de miedo: hacer ejercicio e ir al trabajo. Y dado que la ciudad de Londres está repleta de hermosos parques y enormes espacios verdes, es más fácil motivarse para moverse, correr y hacer ejercicio. En Italia, en comparación, somos bastante vagos, así que lo normal por la mañana es ver a la gente en moto, coche o transporte público. Pero lo que más me sorprendió fue la hora. Los italianos hacemos ejercicio, pero después del trabajo… ¡No a las ocho de la mañana!
Nadie empuja para meterse en el metro
Me voy a explicar. Yo vivo en Milán, y allí también hay metro, pero la diferencia es que allí se empuja a quien sea con tal de meterse en el vagón. Aquí en Londres, la gente es tranquila y muy respetuosa en el transporte público. El otro día iba en la línea District y el metro estaba lleno, o eso pensaba. Cuando llegó el tren, todos empezaron a hacer cola de una manera muy ordenada. Cuando se dieron cuenta de que el tren estaba casi lleno, prefirieron esperar al siguiente en lugar de viajar apretados. En Italia esas cosas no suceden: las colas no existen y la gente está más estresada y nunca quiere esperar al siguiente tren. Todos empujamos para subir al tren y, si vemos un pequeño hueco en el que podamos caber, nos abrimos paso y hacemos todo lo posible por llegar hasta ahí. Lo que me lleva a la siguiente cosa rara que hacen los londinenses…
Hay colas para todo. En serio, para todo.
Los británicos son famosos por lo bien que se les da hacer cola. En mi vida he hecho tantas colas. En Londres hay colas para todo: restaurantes, baños, metro, tiendas y muchas más cosas. Como la gente está muy acostumbrada a hacer cola, va preparada. Mientras esperan, leen libros, escuchan podcasts, trabajan en su ordenador o se toman un café. Me quedé sorprendida al ver formarse una cola en la parada del autobús. Vengo de un país donde la gente suele abrirse paso a toda costa (ver el punto anterior), pero en Londres todo el mundo respeta las colas. Eso hace que todo sea más organizado y calmado, incluso en una ciudad tan grande.
La lavadora está en la cocina
Cuando entré por primera vez en la cocina del piso donde me alojo en Londres, vi que había una lavadora en la cocina y me pasé varios minutos preguntándome qué por qué la habían puesto allí. Ya había visto lavadoras en cocinas, pero solo en pisos muy antiguos. Pero al parecer, en Londres eso es lo más habitual, incluso en las viviendas más grandes y lujosas. A mí la cocina me parece un lugar raro para poner la lavadora. En mi país, si no hay ningún cuarto específico para lavar y tender la ropa, lo más normal es ponerla en el baño.