La guía de Bournemouth fundamental para tu visita
Con una costa impresionante por la que moriría cualquier «instagramero» (#Diosmío), Bournemouth ha sido el principal destino británico de turismo de playa desde hace cientos de años. Los amantes del sol acuden en manada a sus playas doradas durante los meses de verano. Pero esta hermosa ciudad inglesa es mucho más que una playa, ya que hay una gran cantidad de cosas para hacer, ver y comer. Hemos recopilado nuestras favoritas, así que puedes empezar a planificar tu visita de fin de semana en tres, dos, uno…
Pasea por la playa
Ningún viaje a Bournemouth está completo sin un paseo por su impresionante costa, con más de once kilómetros de playa de arena que se alarga en ambas direcciones. Puedes ir paseando tranquilamente desde la zona este hasta Hengistbury Head. Te compensará hacer una pequeña subida por los escarpados acantilados para disfrutar las incomparables vistas de la bahía y, si el día está despejado, los emblemáticos acantilados blancos de la isla de Wight. Si no tienes miedo a las alturas, es imprescindible que subas al Bournemouth Eye, un globo aerostático anclado al suelo. El mismo panorama, pero desde mucha más altura (¡increíble!).
Práctica el surf
En Bournemouth se hizo el primer arrecife artificial de Europa para practicar el surf; es el lugar perfecto para embutirse en un traje de neopreno y entrar al agua. Puedes apuntarte a una escuela de surf si nunca te has subido a una tabla y en verano hay competencias anuales para que los surfistas más experimentados muestren sus habilidades. El mar de aquí es de los más cálidos del Reino Unido, así que no dejes de bañarte. Una vez que hayas salido del agua, tienes cerca el Urban Reef, un restaurante con vistas impresionantes, donde puedes beber algo para celebrarlo.
Recorre el embarcadero
Cuando estés retozando en la playa, no olvides visitar la atracción turística más emblemática de Bournemouth: el embarcadero. Sobresale majestuosamente de la bahía y destaca en casi todas las postales de la ciudad costera, pero es algo más que un sitio bonito; aquí puedes probar la escalada en roca, disfrutar de una cena con vistas en el restaurante Key West y hacer tirolesa hasta la playa para salir del embarcadero con estilo.
Visita el oceanario
Si quieres echar un vistazo a la vida submarina o tener algo que hacer en las pocas ocasiones en que la lluvia inglesa hace la playa menos atractiva, en el oceanario que hay junto al embarcadero hay un montón de criaturas marinas asombrosas. El recorrido de este enorme acuario se hace por un túnel de cristal, desde el que puedes ver muy de cerca tiburones gigantes, pingüinos Humboldt, nutrias y tortugas marinas verdes.
Prueba la cocina local
Cuando visites esta ciudad, una de las más soleadas de Inglaterra, no dejes de probar su famoso y cremoso helado New Forest. Hay una variedad irresistible de sabores para elegir, pide una bola de helado (o tres) y vete a la playa al estilo lugareño. Cuando anochece, en Bournemouth hay muchos restaurantes y bares para elegir, pero a veces el menú más simple es el mejor: concédete un capricho comiendo fish and chips con vistas en Harry Ramsden’s.
Saborea la vida nocturna
Bournemouth es conocida por su animada vida nocturna, repleta de bares, pubs y discotecas. Te recomendamos que te tomes una copa o dos en el legendario bar de cócteles de Bournemouth, Aruba, que está en el mismo embarcadero y tiene unas magníficas vistas al mar y una terraza al aire libre para las noches cálidas de verano. Para tomar la última copa, puedes probar algo del exótico menú de cócteles de inspiración asiática del concurrido Bonsai Lounge. ¡Salud!
Relájate en un café
Redondea el fin de semana en Bournemouth saboreando un delicioso trozo de tarta casera del tamaño aproximado de un libro, acompañado de una taza hirviendo de té inglés en (intenta decir esto tres veces más rápido) The Real Eating Company Café’s Indulgence Dessert Lounge. Esta rústica cafetería es el lugar perfecto para buscar un poco de paz y tranquilidad lejos de las concurridas calles de tiendas.
Imagen de Martin Abegglen, Flickr / Creative Commons